REQUISITOS FUNCIONALES Y NO FUNCIONALES

Requerimientos Funcionales

Los requerimientos funcionales de un sistema describen la funcionalidad o los servicios que se espera que éste provea. Son entendidos como
capacidades que debe exhibir una aplicación con el fin de resolver un problema. Se clasifican en:

Requerimientos de datos o información, también denominados requerimientos de contenido, requerimientos conceptuales o requerimientos de
almacenamiento de información. Éstos requerimientos responden a preguntas del tipo ¿qué información debe almacenar y administrar el sistema?

 

Requerimientos de interfaz (con el usuario), también llamados en algunas propuestas requerimientos de interacción o de usuario. Responden a la
pregunta ¿cómo va a interactuar el usuario con el sistema?

 

Requerimientos de navegación, recogen las necesidades de navegación del usuario.

 

Requerimientos de personalización, describen cómo debe adaptarse el sistema en función de qué tipo de usuario interactúe con él y de la
descripción actual de dicho usuario.

 

Requerimientos transaccionales o funcionales internos, recogen qué debe hacer el sistema de forma interna, sin incluir aspectos de interfaz o
interacción. También son conocidos en el ambiente web como requerimientos de servicios.

 

Requerimientos No Funcionales

Requerimientos no funcionales: son llamados también requerimientos de calidad, y describen aquellos niveles deseables de calidad de las
funcionalidades y servicios que provee la aplicación. Para definir el tipo de requerimientos no funcionales, los autores y desarrolladores se basan en
el estándar ISO/IEC 9126: este define un modelo independiente de la tecnología para caracterizar la calidad de software y considera las siguientes
características:

1. Funcionalidad: describe la presencia de funciones (funcionalidades) para alcanzar propiedades definidas. Ejemplos: interoperabilidad, seguridad

2. Confiabilidad: describe la disponibilidad que tiene el producto para mantener sus niveles de rendimiento bajo condiciones específicas y en un tiempo
dado. Ejemplos: madurez, tolerante a fallas, recuperabilidad.

3. Usabilidad: describe el esfuerzo requerido por el usuario en la utilización de la aplicación. Ejemplo: velocidad de aprendizaje, eficacia, operabilidad.

4. Eficiencia: describe la tasa entre el nivel de rendimiento de la aplicación y los recursos que ésta utiliza bajo condiciones específicas.

5. Capacidad de mantenimiento: describe el esfuerzo requerido para implementar cambios predeterminados en una aplicación. Ejemplo: estabilidad,
validaciones.

6.Portabilidad: describe la conveniencia de que una aplicación pueda ser llevada de un ambiente a otro. Ejemplo: adaptabilidad, capacidad de
instalación, capacidad de replicar.

7. Otras según las condiciones y restricciones del dominio.

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